El prosecco es un maravilloso vino espumoso que suele acompañarnos en reuniones y momentos de celebración: un brindis con una copa de prosecco no debe faltar en ninguna gran ocasión. Además, se trata de una bebida muy versátil, no solo en la cocina, sino también a la hora de preparar deliciosos cócteles. Este ingrediente puede volverse indispensable para aportar a nuestras creaciones ese toque especial que buscamos.
Los eternos1. A base de fruta: las versiones de Bellini y Rossini
El Prosecco ha sido durante mucho tiempo uno de los vinos más populares para cócteles: estamos pensando lógicamente en los eternos Rossini o Bellini, elaborados respectivamente a base de fresa y melocotón y evidentemente en las tan apreciadas burbujas. Por supuesto, podemos adaptar estos dos grandes clásicos a nuestros gustos: la versión con maracuyá es excelente, aunque hay que asegurarse de separar el zumo de las semillas, si no queremos pasar un mal rato con esas pequeñas molestias. Otra fruta que va muy bien con el Prosecco es el mapo: ¡para mí fue una auténtica revelación! Es una mezcla de mandarina y pomelo que te hará soñar; Es cierto que no es fácil de encontrar, pero si por casualidad descubres que los venden en tu supermercado... prueba uno, ¡no te arrepentirás! Y, por supuesto, las variantes de estos combinados son tan numerosas como las frutas que hay en la tierra y sus variedades.
¡Ah, casi se me olvida! cuando pruebes a hacer estos cócteles, utiliza sólo fruta fresca porque recuerda que cada vez que alguien recurre al sirope, el cóctel termina siendo un fracaso.
2. Negroni incorrecto (Negroni sbagliato)
Es imposible olvidarse de otro gran clásico: el «Negroni incorrecto». ¡Uno de los errores más exitosos de la historia! Se rumorea que, entre las décadas de 1960 y 1970, en Milán, un camarero confundió la botella de ginebra con la de prosecco. El resultado: un nuevo cóctel delicioso que hoy en día seguimos degustando. Seguro que Mirko (así se llamaba) tuvo suerte... Porque yo solía confundir las botellas cuando preparaba cócteles en la barra, y jamás me hice famoso. ¡Más bien todo lo contrario!
3. Vaya...
Y ahora, no nos podemos olvidar del spritz: ya sea de Aperol o de Campari, y el Prosecco no puede faltar. Aquí también el concepto de "spritz" evoluciona, se transforma y se adapta al gusto y a la imaginación de cada uno.
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Y los que algún día serán un clásico
Además de los clásicos de siempre, ¿qué otros cócteles innovadores se pueden elaborar con prosecco? Aquí tienes cinco sugerencias. A lo mejor alguno de ellos se acaba convirtiendo en un clásico:
1. Diamond fizz de granada
¿Quién dice que el Gin Fizz solo se hace con gaseosa? Una vez más, el protagonista puede ser nuestro querido espumoso italiano (espero que no hayas pensado en un Sprite...).
Lo único que necesitas es lima, un buen licor afrutado, zumo de granada (o frutas del bosque, si lo prefieres) y, por supuesto, tu prosecco favorito. Yo recomiendo utilizar MOM, la ginebra más femenina que conozco. ¡Su delicioso aroma a frutos rojos te embriagará!
2. Apple Prosecco punch
Si quieres un aperitivo completo y sabroso, te recomiendo que pruebes (y también que lo prueben tus amigos) una buena jarra de este cóctel que recuerda bastante al spritz. Además, es muy fácil prepararlo en casa: un poco de manzana verde, zumo de lima o de limón, prosecco y vodka a tu gusto.
3. Old Cuban
Este cóctel se incluyó en la lista IBA, en la categoría: “la bebida de una nueva era”. Fue creado por una mujer americana: Audrey Saunders. Se sirve en una copa y se puede considerar una versión elegante del mojito. De hecho, se hace con lima, menta, ron oscuro, angostura y se termina con prosecco.
4. Titian
Es realmente cierto que la coctelería y el arte van de la mano. ¡En este caso literalmente! De hecho, el nombre de esta bebida está dedicado al pintor veneciano del mismo nombre. Es una reinterpretación adicional de Bellini, en el que los melocotones son remplazados por «uvas fresas». ¡Una obra de arte!
5. Tintoretto
No solo Tiziano tiene un cóctel para él solo. Una vez más, en el contexto de la antigua escuela de arte veneciana: ¿por qué no también Tintoretto? En realidad, existen dos versiones de este aperitivo: la primera es una reinterpretación más del clásico Bellini que requiere el uso de granada; la segunda es un poco más especial ya que necesita brandy, damascos en almíbar, lima y luego, siempre él, ¡el único y verdadero prosecco!
En resumen, una vez más podemos gritar bien alto nuestro viejo lema: «El prosecco casa con todo». ¡Nos ayuda a enriquecer nuestras creaciones y le da ese toque espumoso que tanto nos gusta!
